En el transcurso de siete días, River jugará tres partidos muy importantes para el futuro del semestre. La maratón comenzará este domingo con Argentinos Juniors, en el Monumental, seguirá con San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro, y terminará nada menos que con Boca, en la Bombonera.
Previo a algún favoritismo por la Copa o el Torneo, hay que decir que el equipo está en condiciones, por plantel, de pelear con las mismas armas ambas competiciones. Privilegiar una sobre otra sería un error que el pasado ya nos demostró que cuesta caro. Por esta razón, el Cholo no se guarda nada para enfrentar al Bicho este domingo y si los jugadores le responden seguirá jugando con el mejor equipo tanto en la Copa como en el Torneo.
Pero analicemos la complicada semana que se le viene al equipo: Todo comienza con un partido duro en el Monumental frente a un Argentinos que siempre nos complicó por su buen trato del balón. Este encuentro es clave ya que en la misma fecha se enfrentan San Lorenzo y Boca, dos rivales directos en al lucha por la punta. Luego de este partido el plantel se deberá mentalizar en el trascendental choque de ida por los octavos de final frente a San Lorenzo. Este clásico que se jugará en el Nuevo Gasómetro es muy importante para determinar el desenlace de la fase. Hay que recordar que el equipo de Ramón se hace muy fuerte de local pero sufre mucho cuando le toca abandonar su estadio.
Por último, River tendrá que volver a visitar una cancha que en las últimas épocas le dio más alegrías que tristezas: La Bombonera. Este partido será clave desde lo anímico para afrontar el partido de vuelta en la Copa y lo que resta del campeonato.
Así dadas las cosas es una realidad que para River los tres partidos que se le vienen, en siete días, son de vital importancia para no perder metros en la carrera por obtener los objetivos trazados a inicio de año. Objetivos que se veían muy lejanos pero que con esta actualidad ayudan a ilusionar a más de uno.